Full Metal Panic? Fumoffu

Animax estrenó en octubre la obra de Hiroya Oku
El extraño mundo de Gantz (Desde el 16 de octubre a las 19.30 hs)
Una de las primeras secuencias de esta serie anuncia buena parte de su carácter: el joven está sentado en plena clase y su mente prefiere ocuparse de ideas más placenteras... imagina desnudas a todas las mujeres del salón (incluyendo a la profesora).
Pero una de ellas se da cuenta de que algo le pasa: tiene una erección... y ya todos empiezan a reírse de él.
Luego nuestro personaje está esperando un tren. La narración avanza en un ritmo extrañísimo que parece suspender el tiempo. Y se escuchan los pensamientos de toda la gente que espera, gente muy ocupada en sí misma y en despreciar a los demás.
Gantz es una creación de Hiroya Oku. Y es un verdadero bicho raro que trajo Animax desde el pasado 16 de octubre.
Gantz parece regodearse en lo peor de los seres humanos, en exponer las intimidades más bajas de personajes individuales y hasta de un colectivo desesperanzador: un grupo de personas ve morir a dos jóvenes atropellados por el tren, ven sus cabezas volar y hay quien piensa en lo cool que quedarán las fotos que acaba de tomar con su teléfono móvil.
Gantz, de los estudios Gonzo, no se ahorra ni el morbo por la sangre, por los cuerpos desmembrados ni por los cuerpos femeninos muy bien moldeados... Tras la muerte, los dos jóvenes aparecen en una extraña habitación en la que se reúnen sin saber qué diablos pasa otros que como ellos acaban de morir, incluyendo a una voluptuosa suicida cuyas carnes desnudas literalmente se forman ante los ojos de los presentes.
Una esfera negra está en ese lugar sobre el que cabe especular: ¿es el cielo? ¿el purgatorio? ¿la antesala al infierno?
La esfera es la clave: les dará la oportunidad de seguir "vivos", si es que a eso se le puede llamar vida... a menos que, claro está, a uno le guste embutirse en un ceñido traje oscuro y andar por el mundo con armas increíbles matando a seres que parecen de otro planeta... no suena mal, ¿verdad?
Sosuke Sagara es un muchacho nervioso. Un día descubre que alguien ha estado husmeando en su locker de zapatos y decide que lo mejor es volar aquello. Sin detenerse, claro está, a pensar que acaba de hacer explotar un pedazo de la secundaria Jindai, que 13 estudiantes quedaron heridos y que el colegio ya se ha gastado una enorme cantidad de dinero reconstruyendo lo que este extraño chico va dejando a su paso.
Lo que le pasa a Sagara es algo que conocen quienes han visto Full Metal Panic, aquella serie de los estudios Gonzo y original de Gato Shoji, en la que abundaban los tiroteos, las peleas, las explosiones, las armas alucinantes y el humor. Y todo por algo llamado "Tecnología Oscura". Así será...
Fumoffu es una secuela de Full Metal Panic. No es una segunda parte cualquiera, que no se confunda nadie.
En Full Metal Panic una organización militar secreta, Mihtril, se encarga de mantener el equilibrio y la paz en una era de tensiones contenidas en la que podría sobrevenir la hecatombe si la Tecnología Oscura llega a caer en manos equivocadas. Y la joven Chidori Kaname es la clave de todo: ella, sin saberlo, esconde los secretos de la Tecnología Oscura.
De modo que en Mihtril deciden darle protección. Y aquí entra en escena nuestro salvaje muchacho, Sosuke Sagara, un combatiente criado en zonas de guerra, un completo desadaptado social que ahora debe "infiltrarse" en la Jindai High School para proteger a la inocente Chidori de cualquiera que pretenda hacerle daño. Y a costa de lo que sea...
Fumoffu, la serie que estrenó el 16 de octubre a las 19 hs, a través de pequeñas historias –en las que Kyoto Animation se vale de distintos recursos gráficos- se concentra en el flanco humorístico de la singular convivencia de Chidori y el paranoico Sosuke, sin dejar por ello a un lado el atractivo de la acción y la posibilidad de que surja algún romance entre estas chicas de espigadas piernas y nuestro héroe, si es que acaso logra entender otros códigos más allá de la guerra, como el coqueteo femenino...
Cumpliendo sus órdenes y exacerbando hasta peligrosísimos niveles su tarea protectora, Sosuke es capaz de todo: hacer explotar la escuela, apuntar un arma de precisión durante horas sobre la hermosa humanidad de una chica, amenazar al profesor con una 9 milímetros... y no hay quien parezca entender la desesperación de Chidori quien ya no tendrá un día de paz con este perro guardián enloquecido rondando siempre a su lado.